EL CELS PROPONE A LA BIBLIOTECA «MAESTRO AGUILAR» DE TUÉJAR PARA LOS PREMIOS ROMERO 2011
Nuestra Biblioteca ha sido propuesta este año por la Asociación Centro de Estudios de la Serranía (CELS) como candidata a los Premios ROMERO 2011 por su labor en pro de la lectura y dinamización de la vida sociocultural del pueblo.
Agradecemos muchísimo esta nominación. Para quienes aún no han votado, podéis hacerlo hasta el día 20 de julio a través del siguiente enlace:
Los premios se darán a conocer el próximo día 23 de julio, en la cena conmemorativa del XX Aniversario del CELS, que tendrá lugar en el Restaurante El Azud.
Para más información o si estáis interesados en asistir a la celebración, podéis entran en la página del CELS:
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CENTENARIO MIGUEL HERNÁNDEZ (1910-2010)
Todo 2010 es el denominado Año hernandiano, pero exactamente el 30 de octubre se cumple el centenario del nacimiento del gran poeta Miguel Hernández. Por ello queremos hacernos eco de su figura y recordarlo en una fecha tan especial.
Durante todo este año, la Fundación Cultural Miguel Hernández, el Ayuntamiento de Orihuela y muchas otras entidades han emprendido la tarea de organizar los actos que conmemoren los cien años del nacimiento del escritor oriolano, con la ilusión de trascender 2010 y acercar su figura a un público más amplio.
Como homenaje y con los mismos deseos nos aproximamos a la biografía de este escritor, que sigue de actualidad y emocionando con sus poemas, tantas veces leídos, cantados y recordados.
Breve repaso por la vida de Miguel Hernández
Miguel Hernández Gilabert nació en Orihuela el 30 de octubre de 1910. La familia de Miguel estaba compuesta por el matrimonio, otro niño (Vicente) y una niña (Elvira). El padre, Miguel Hernández Sánchez, se dedicaba a la crianza y pastoreo de ganado. Su madre, Concepción Gilabert Giner, se ocupaba de la casa. El matrimonio tuvo, en total, siete hijos, de los que sólo sobrevivieron cuatro: Vicente, Elvira, Miguel y Encarnación.
Miguel pasó su infancia entre juegos y libros, empezó el colegio y, a pesar de que su padre lo necesitaba para el pastoreo y se dedicó a aprender el oficio, nunca dejó de lado el interés por las letras y sus visitas a las bibliotecas, donde contactaría con los grandes clásicos universales.
Poco a poco se hizo patente su interés también por el teatro, y pronto llegarían sus primeras publicaciones. Miguel Hernández empieza a escribir poesías, aproximadamente, hacia 1925. Su principal fuente de inspiración es el entorno en el que vive: la huerta, su patio, la montaña, las cabras, el pastoreo, el río…
En esta época se forma el llamado “Grupo de Orihuela”, como fruto de la amistad entre tres jóvenes con inquietudes literarias: Carlos Fenoll, Miguel Hernández y Ramón Sijé.
En 1933 se edita su primer libro, ‘Perito en lunas’. En 1934 realiza su segundo viaje a Madrid, que supone un cierto triunfo para él, empieza a publicar en revistas y comienza a relacionarse con grandes poetas como Alberti, Rosales, Aleixandre y Neruda. En 1936 publica su “Elegía” dedicada a Ramón Sijé y se edita su libro de poemas ‘El rayo que no cesa’.
La Guerra Civil y los últimos años de Miguel Hernández
Con la Guerra Civil actúa como soldado y como poeta, en diversos frentes. Realiza un viaje a la URSS, formando parte de una delegación española enviada por el Ministerio de Instrucción Pública, para asistir al V Festival de Teatro Soviético. Se publican ‘Viento del Pueblo’, ‘Teatro en la guerra’ y ‘El labrador de más aire’.
Muere su primer hijo y nace el segundo, hechos que marcarán su vida y su obra, como los acontecimientos sucedidos con la finalización de la Guerra y la llegada de la dictadura.
Miguel intenta escaparse a Portugal, pero se lo impide la policía portuguesa y es entregado a la Guardia Civil fronteriza. Tras su paso por Huelva y Sevilla, en la prisión de Torrijos en Madrid, donde compone las famosas “Nanas de la cebolla”. Puesto, inesperadamente, en libertad, es detenido de nuevo en Orihuela.
Va cambiando de prisiones, donde no deja de escribir, y es condenado a la pena de muerte. Más tarde la condena es conmutada por la de 30 años de prisión.
En 1941 es trasladado al Reformatorio de Adultos de Alicante, donde caerá gravemente enfermo y un año después morirá, a la edad de 31 años, debido a la tuberculosis. Miguel Hernández fue enterrado en el cementerio de Nuestra Señora del Remedio de Alicante, y pasarían aún muchos años para ver publicados algunos de sus poemas imprescindibles, gestados en estos últimos años de vida.
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